2.2.08

·· ¡ Afrontemos...!

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Afrontemos la realidad. El único proceso digno, pendiente de afrontar de forma abierta, pasa por detectar -y asumir- en primera instancia nuestra condición personal indecente; y como segundo paso decisivo, emprender de manera imperativa la recuperación espiritual y funcional del Desierto que hemos generado.